domingo, 4 de enero de 2015

Propósitos de Año Nuevo: ¿Me los creo o no? ¿Los logro o no?



Muchas personas hacen un listado de propósitos de año nuevo… la cosa es ¿Los cumplen?

A pesar de que algunas se lo toman muy en serio e incluso definen estrategias, tácticas y tiempos específicos para lograr sus metas, al más sofisticado estilo del mercadeo y otros hacen listados bastante escuetos e intangibles.., me atrevería a decir que pocas personas cumplen lo que se proponen. 

En algún momento dejé de hacer estos listados yo misma. No los cumplía. Para febrero ya ni me acordaba de ellos. Y, al revisarlos, tiempo después generaba cierta sensación de frustración… proponiéndome comenzar de nuevo hasta al año siguiente.

Sin embargo, hace poco, tomando mi primer curso de PSYCH-K®, una técnica orientada a cambiar creencias a nivel subconsciente de forma inmediata, nos trajo a la consciencia este tema la instructora. Que generalmente no logramos nuestras metas porque no tenemos las creencias que nos ayuden a lograrlas… y ¡me resonó tanto, tanto! A ver, déjenme explicarme un poco más…

Nuestro mundo es como una pantalla de cine. Como una película. A veces nos encanta la película y otras veces no mucho… Podemos acercarnos a “la pantalla” – o al exterior, a lo que pareciera ser nuestra vida – y tratar de cambiarla de muchas formas distintas. No pasará nada. Si quieres cambiar la película, a donde debes ir es al proyector… o a la sala de edición. ¿No te gustan las películas de terror? Bueno… ¡al proyector!

Y es exactamente así como funciona nuestra vida. Nosotros vivimos una vida construida por nuestros pensamientos, nuestras creencias. ¿Creemos que la vida es difícil? ¡Listo! ¡Es difícil! ¿Creemos que somos incapaces de ganar mucho dinero? ¡Listo! ¡Por donde quiera encontramos pruebas de nuestra incapacidad! ¿Creemos que no merecemos una buena pareja? ¡Listo! ¡Cretinos a la orden! ¿Creemos que olvidarnos de nosotros mismos para entregarnos a las expectativas de otros es ser bueno? ¡Listo! Nuestro corazón e ilusiones se marchitan…

¿Te suena conocida alguna de estas frases? ¿Algunas creencias sobre amor, trabajo, dinero, tus capacidades, tu valor como persona, lo buena o mala que es la vida que ya no te estén sirviendo en tu película? ¡¡¡Hora de ir al proyector!!!

Parecieran ser cosas imposibles de lograr… ¿Creer que soy capaz de lograr lo que nunca he logrado? ¿Creer que soy la mejor versión de mí que puedo ser hoy? ¿Creer que puedo estar en paz independientemente de las circunstancias que me rodean? ¿Creer que el dinero es sólo una moneda de intercambio y no un camino al “infierno”?

Y la verdad es que sí, que sí es fácil cambiar esas creencias que tenemos instaladas muy en el fondo de nuestro subconsciente, o a veces a flor de piel; cosas que repetimos todos los días. Quizás antes no existían métodos – o al menos no eran accesibles o conocidos para muchas personas.

Las cosas son distintas hoy. Puedes cambiar una creencia a nivel subconsciente en cinco minutos. Y comenzar a experimentar los resultados de forma inmediata. De forma muy sencilla e inocua además… ¿Cómo podría ser aún mejor?
Y es así como los propósitos de inicio de año, cobran otro sentido…

Así que este año he decidido retomar la costumbre de hacer mi listado de propósitos. Sólo que esta vez, haré algo distinto. Evaluaré cuáles si logré en los últimos años – pues el que no haya hecho un listado, no quiere decir que no haya logrado muchas cosas. He trabajado incesantemente en mí, cambiando mis relaciones, mi trabajo, la forma en que me siento acerca de mí misma, mi salud, mis sueños… etc.

Y evaluaré también cuáles no. Y cuáles siguen siendo un objetivo para mí y cuales dejaron de tener sentido. Y determinaré qué creencias limitantes me han impedido lograrlos, para así definir las creencias que necesito para que sea diferente esta vez. Y algunos dirán, pensando en su caso… “pero es que siempre pospongo, yo me boicoteo, no soy consistente…”

Y yo les digo: estas son áreas de oportunidad. Si mi creencia es que siempre pospongo las cosas, puedo formular nuevas creencias al respecto y hacerlas mías. Por ejemplo: 
  
  • “Siempre logro lo que me propongo” 
  •  “Soy una persona consistente en lo que hace” 
  • “Siempre hago las cosas a tiempo y con gusto” 
  • “Soy fiel a mí mismo y a mis propósitos”… en fin… ¡¡¡No hay límite!!!

Así que te invito a que hagas tú también algo distinto esta vez… que te atrevas a probar lo que se siente convertirte en el diseñador de tu vida… ¡¡¡Es divertido!!!



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