sábado, 29 de junio de 2013

Hombres negociadores, mujeres colaboradoras


D
urante una relación muy importante en mi vida, muchas veces me encontré sintiéndome realmente triste, decepcionada y llena de dolor por lo que yo consideraba en ese momento la falta de apoyo de quien era mi pareja. Muy lejos estaba yo de saber que en realidad no era que él no me apoyara, sino que era hombre y que, naturalmente, funcionaba de forma totalmente distinta a mí, que soy mujer.

Me acuerdo de momentos puntuales en que realmente necesitaba su ayuda, desde hacer cosas simples como ayudarme a cargar el tambo de agua o bajar las bolsas del supermercado del carro, hasta sentir su apoyo en períodos en que yo la estaba pasando muy mal emocionalmente en mi trabajo. No recibía la ayuda que yo necesitaba. Y él parecía no darse cuenta. Peor aún, parecía no importarle. Y yo me quejaba, resoplaba, me llenaba de resentimiento, alegaba…


lunes, 17 de junio de 2013

Elegir ser real…


L
a autenticidad es una de las cosas que más valoro en mi vida. También es una de las más difíciles de lograr y de hacer realidad, es cierto. Requiere de una atención consciente permanente, que no es fácil de sostener, de una profunda honestidad, de una inmensa capacidad de verme a mí misma y de muchísima valentía.

Muchas veces me ha pasado que me encuentro ‘atrapada’ en una situación. Y, con atrapada no me refiero a algo literal; me refiero a la sensación que me produce el ‘no saber’ con la mente qué es lo que me pasa en el corazón. Aparece una sensación de que ‘algo está mal’, que ‘algo no me gusta’, que ‘algo disuena conmigo’, sin saber qué es…

domingo, 16 de junio de 2013

Un poco de paciencia por favor…

D
e alguna manera – o de muchas, más bien – hemos aprendido que siempre podemos ser mejores o que siempre las cosas que hacemos hubiesen podido hacerse de mejor forma. Y, claro que hay mucho de verdad acá… 

No obstante,  aunque es cierto que somos “perfectibles”, cuando “evaluar” nuestras acciones, reacciones, emociones y relaciones constantemente con la visión de un despiadado auditor de control de calidad se convierte en una práctica que no termina… Sin ninguna compasión hacia nosotros mismos, sin paciencia, sin tolerancia, sin amor… nos provoca una sensación permanente de cruel desazón.

miércoles, 5 de junio de 2013

Amarme para poder amar…


T
engo la firme creencia de que todos tenemos un ‘camino de vida’. Que cada uno de nosotros – aunque podamos tener diversos obstáculos en nuestra vida – tenemos un tema en específico en donde se nos dificulta más el avanzar. Para algunos es la salud, para otros la economía, para otros la carrera… y para algunos de nosotros, la pareja.
Durante mi vida he tenido varias parejas. Ha habido cosas ‘positivas’ y cosas ‘negativas’ en cada una de esas relaciones. Sin embargo, no siempre tuve el nivel de conciencia que tengo el día de hoy; antes pensaba que era mala suerte, malas elecciones, cosas del destino… Y, de esa manera, no tomaba lo positivo de ellas: el aprendizaje.

Poco a poco, mientras fui avanzando en este camino terapéutico fui aprendiendo que lo que nos rodea, nuestra realidad exterior, solamente es un reflejo de nuestra realidad interior… así que, poco a poco comencé a poner atención en lo que vivía para poder asimilar lo que me correspondía y sanarlo. Comencé a darme permiso de vivir de otra manera. Decidí cambiar mi realidad interior para poder cambiar mi realidad exterior.