sábado, 9 de mayo de 2015

Nuestro nombre: una marca indeleble

El nombre que estaba dispuesto para mí al nacer, era Sofía. En honor a mi mamá. Pero justo antes de que mi papá saliera para el registro civil a inscribirme, mi abuela materna le recordó que él siempre había querido nombrar a una hija Solange. No porque supiera su significado, ni nada por el estilo. Porque desde que lo escuchó, quedó fascinado.

En alguno de mis artículos de este blog mencioné el año pasado que había descubierto el significado de mi nombre: “Consagrada solemnemente.” Pero no busqué nada más.

No sé por qué nunca antes me había interesado en saber su significado. En realidad, ahora que lo pienso, es curioso, pues siempre me ha atraído como la astrología, la numerología, nuestro sexo, los nahuales mayas y ahora los neurotransmisores, marcan nuestra personalidad. Hace muchos años que sé que el nombre también. Y, no sólo eso sino que, viviendo en Guatemala, en donde quizás habremos menos de cinco personas de nombre Solange, la mayoría de gente, lo primero que me pregunta es “¿Y qué significa tu nombre?”. A lo que siempre respondí, “no sé.”

Cuando descubrí el año pasado que significaba Consagrada Solemnemente, me encantó… mis papás, sin saberlo, marcaron mi destino. Sí, mi vida está consagrada solemnemente a Dios. No en el sentido tradicional de la palabra – o lo que concebimos como una persona consagrada a Dios. Y menos solemne. De solemne no tengo ni un pelo.

Pero todos los días, sentada en la silla de mi bisabuelo, atiendo personas que vienen a consulta, con temas muy diversos. A veces muy angustiados, a veces menos. Pero siempre buscando un cambio, siempre buscando luz para su vida. Y estoy plenamente consciente de que yo no soy la que trabaja. Que sólo soy un canal. Dios me envía las preguntas que tengo qué hacerles, me trae la consciencia de lo que sienten o lo que necesitan. Me apoya cuando los guío o cuando las cosas se ponen difíciles. SIEMPRE es Él quien trabaja. Yo sólo pongo mi cuerpo y mi corazón a su servicio. Y ayuda, claro, el hecho de que mi profesión me encante… que en mis ratos libres, lo que busque leer o aprender, esté relacionado con mi carrera, que es mi hobbie también.

Ayer, un amigo me mencionó “la linda y triste historia de la antroponimia de mi nombre”. Yo ni sabía qué quería decir antroponimia (origen de los nombres) y menos estaba enterada de que había una linda y triste historia relacionada con mi nombre…

En la corta descripción de Wikipedia, esta es la historia de Santa Solangia:
“Solangia nació en una familia devota de la ciudad de Villemont, cerca de Bourges, y consagró su virginidad a los siete años. Según la tradición, su mera presencia curaba a los enfermos y a los poseídos. El hijo del conde de Poitiers, Bernard of Gothia estuvo atraído por la belleza y la popularidad de Solangia intentó seducirla pero ella rechazó sus proposiciones. No contento con la respuesta, decidió seducirla por la fuerza.
Una noche, la violó pero ella luchó con tanta fuerza que lo hizo caer del caballo mientras estaba cruzando un arroyo. Su secuestrador se enfureció y le decapitó con su espada. La cabeza cortada de Solangia invocó tres veces el Santo Nombre de Jesús. Al igual que San Denis y otros santos de los territorios de la Galia, Solange tomó su cabeza entre sus manos y caminó con ella hasta la iglesia de Saint-Martin en la localidad de Saint-Martin-du--Crot (que ahora lleva el nombre de "Sainte Solange, Cher", la única comuna en Francia para llevar este nombre), sólo allí se desplomó completamente muerta.”
Cuando él me contó la historia, me impresionó; más por sangrienta y gráfica que por otra cosa. No tenía el 100% de mi atención en ése momento. Estaba haciendo de “multi-tarea”.

Hoy en la mañana, curiosa, busqué la historia de esta santa. No sé si diría que la historia es linda… no, en realidad yo no lo diría. Lo que sí diría es que es impactante. Y encontré varias cosas que me sorprendieron… varias cosas que esta joven santa y yo tenemos en común. No obstante aclaro que todavía tengo puesta mi cabeza, aunque para algunos pareciera que no…

Me encantó que dijera que la mera presencia de Solangia curaba a los enfermos y a los poseídos. No porque sea tan soberbia de pensar que mi presencia cura a nadie… De hecho, no creo alguien sea capaz de curar a otro. Sólo somos canales de sanación. Todos. La sanación es algo que una persona permite para sí misma, con la ayuda de su Ser Superior. Pero como antes mencionaba, me siento a diario a escuchar los corazones de personas que vienen a mí buscando luz en su vida; y trato de hacerlo limpiamente, sin juicio, permitiendo que las cosas se hagan como Él quiere que se hagan. Y pongo todo mi corazón en ello. Desarrollo un cariño especial por cada una de las personas que viene a mí. No es posible para mí no hacerlo. Al fin y al cabo, abren sus corazones a mí con total vulnerabilidad.

Mi mente sabe que una buena relación tiene un gran impacto terapéutico en los resultados del proceso de una persona. Aunque aclaro; no soy terapeuta, soy coach. Los resultados de mi práctica sí son curativos. Pero esa, es otra historia…

Luego, me llamó la atención que Bernard of Gothia intentó seducirla y ella rechazó sus proposiciones, lo cual él simplemente decidió ignorar y seguir adelante, violentando su voluntad de una forma… extrema por decirlo de una manera. No voy a decir que soy una mártir, como Solangia. Pero sí, en mi vida (y en otras vidas) he encontrado una suficiente cantidad de hombres que se han tratado de propasar conmigo – no sólo en el sentido sexual – sino en muchos otros – y muchas de esas veces fue muy difícil para mí defenderme, pues no había aprendido todavía cómo hacerlo. No había aprendido cómo poner límites con respeto y firmeza.

Hoy me indigna profundamente el abuso y la invalidación hacia la mujer. Muchos de los que me conocen dirían que soy una defensora de ella y de su causa. Estarían en lo correcto. Aunque yo, en realidad, considero que soy una defensora de la dignidad del ser humano, sólo que en este caso, ése ser humano, tiene cuerpo de mujer y por razones históricas, políticas, religiosas y sociales, aún se encuentra en una posición de desventaja en muchos sentidos. Más en mi país, Guatemala, en donde hay una marcada y explícita tendencia machista.

Por hablar de más, por tratar de que las cosas sean transparentes y justas, por tratar de traer a la luz muchas de estas cosas, la cabeza se me ha cortado numerosas veces, metafóricamente hablando. Y se me sigue cortando. Y hay gente que se sigue escandalizando porque nombro las cosas que son incómodas de nombrar, pero que alguien lo tiene qué hacer. No puedo quedarme callada; ni pienso hacerlo nunca. A veces en mi propio detrimento. Es algo que estoy aprendiendo a hacer, de manera que pueda expresar la verdad, pero minimizando efectos tan estremecedores.

Así que me doy cuenta que, mi papá, en recuerdo de alguna de las decenas de miles de novelas que habrá leído, me nombró Solange. Sin darse cuenta de que sólo fue un colaborador de algo mucho más grande, para que se cumpliera mi destino. Los astros, las fechas, el valor numérico de las letras de mi nombre, mis vidas pasadas, mi karma, mi nahual… como sea que se le quiera ver, todo esto tenía marcado para mí un camino. Y es el camino que estoy siguiendo, por destino y por voluntad propia, porque ahora es mi elección consciente. Es lo que mi corazón anhela.

La festividad de Santa Solangia es el 10 de mayo. Mañana, día de las madres. Curioso que me haya llegado esta información justo ahora. No hay coincidencias, sino sincronicidades. Y mañana me aseguraré de honrar a mi patrona. Esta pequeña gran heroína que se defendió valientemente, honrándose a sí misma y sus creencias.


Te invito a que busques sobre tu nombre, su significado, su valor numérico…  y descubras más sobre tu destino. Y a que te informes sobre esto, cuando te toque sugerir un nombre para un nuevo ser; para que lo hagas con más consciencia de lo que estás marcando para él. 




1 comentario:

  1. Fascinante cómo la elección de su nombre ha marcado su camino y elecciones de vida. Su inclinación a sanar a otros

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