jueves, 21 de noviembre de 2013

Un libro que me está enamorando...


H
ace unas semanas, como algunos de ustedes sabrán, decidí darle vacaciones a mi mente. Dejé los libros teóricos y empecé una novela. Aunque, en realidad, si he de ser honesta, no creo que cuente como novela… pero lo leí completo, después de más de año y medio de no leer uno. Leí “Cartas para Claudia”, de Jorge Bucay; qué, no sólo me encantó, sino que, además, profundizó mi admiración por el escritor; este psicólogo argentino tan auténtico, tan profundo, tan simple, tan maravilloso, tan amoroso, tan rebelde y tan sabio…

Así que me siento feliz de “estar en la jugada” de nuevo… leer que es algo que me produce tanto gozo! Al terminar, rápidamente me dirigí a mi librera a elegir “al siguiente candidato.” La boca se me hacía agua de ver tanto libro por escoger… y los ojos me brillaban. Pero me contuve. Tenía que ser congruente con mi decisión. Elegiría algo sencillo, algo con lo que pudiera fluir y no hacer trabajar a mi mente con teoría sobre la mente y el espíritu humano, el amor, el ego, en fin… Así que elegí para continuar un libro sencillo que había leído hace más de diez años: El Alquimista, de Paulo Coelho. Al principio pude fluir… Sin embargo, sentía muy extraño que – aunque no me recordara qué seguía ni en qué termina – ya todas las imágenes estaban construidas en mi mente. Era como… como ir descubriendo algo, porque lo había olvidado por completo, pero al mismo tiempo algo que ya conocía de memoria… no sé describirlo mejor… y, aunque lo disfrutaba, digamos que carecía de motivación sin la posibilidad de crear las imágenes, las sensaciones, los sonidos, los olores… Lo dejé. A la fuerza, ni el pan es bueno.



Así que nuevamente fui a mi librera. La misma sensación que antes… me sentía como niña en una tienda de dulces… ¡Qué emoción! Tantos libros hermosos que he comprado y que me han regalado durante estos últimos años… ¡Qué placer! ¡Qué gozo! ¡Qué curiosidad..! Así que fui probando con mi intuición qué me decía cada libro… por alguna razón, esos días me sentía muy conectada con mi ser mujer, con mi sensualidad... Y, dentro de de los libros que habían en ella estaba uno que compré hace tres años: “Amor, Sexo y Dharma” de Arthur Jeon. Nunca había escuchado del autor. Pero el libro, cuando lo vi en la librería en ése entonces, llamó poderosamente mi atención.
No era para menos… Estoy embebida con la lectura... No lo puedo dejar. Me hace tanto sentido todo lo que dice el autor… cada capítulo… cada tema… cada frase… cada idea… es tan centrado, tan atinado, tan ubicado… y tan humano…

Confieso que caí en la trampa de nuevo… tomé un libro que habla sobre la mente, el amor, el espíritu, el ego, las relaciones, el hombre y la mujer… ¿Y qué le voy a hacer? ¡El llamado es poderoso! …es el tema de las relaciones… me gusta tanto… como muchas veces he dicho, en esta vida, este es el camino que elegí para evolucionar, así como otras personas eligen la salud, la carrera, la abundancia y/o la escasez… Yo elegí pareja. Y es un tema que sigue apasionándome tanto como cuando lo descubrí… que no sé cuándo fue… Pero ya en la adolescencia era una pasión bien clara.

Así que aquí me tienen, leyendo este maravilloso libro, con una visión no dualista de las relaciones, de la vida, de “lo que es,” de nosotros mismos…  plagado de anécdotas reales y frases sumamente acertadas… enamorándome del alma del autor, así como en su momento me enamoré del alma de Jorge Bucay, de Don Miguel Ruiz y de Jeff Brown. Queriendo leer más de él… y aprendiendo sobre el Dharma.

Para mientras iré compartiéndoles en mi muro de Facebook, www.facebook.com/sentirparasanar, algunas de sus maravillosas frases…




No hay comentarios:

Publicar un comentario