miércoles, 9 de octubre de 2013

En busca de "esa" novela...


L
levo más de año y medio sin haber leído un libro completo… lo cual me hacía mucho ruido al principio, pues leer es algo que disfruto muchísimo. Creo que mi mente está un poco cansada del tipo de libros que escojo. Me encanta el crecimiento personal, los temas espirituales, de la mente… y esos son los únicos libros que compro.

La última novela que leí fue “Eat, Pray, Love” de Elizabeth Gilbert, que la leí hace como cuatro años… la disfruté enormemente. Luego leí la continuación, “Comitted”, pero difícilmente le llamaría yo a este libro novela… aunque he de decir que me encantó.

Desde ése entonces he estado leyendo libros teóricos, libros densos, o no tan densos pero si relacionados con mi trabajo – que es a la vez, mi hobby. Sin embargo, el hecho de que no termine ningún libro hace tanto tiempo me ha hecho pensar que quizás mi mente necesita vacaciones. Necesita leer algo que lo “saque” de tener que asimilar información, de procesar conocimiento, de hacer relaciones con conocimientos pasados o que lo haga pensar en posibles aplicaciones prácticas.


Sería rico leer algo que me “saque” del día a día… algo que me meta en una historia en donde no tenga que pensar, analizar… simplemente vivir a través de los ojos de alguien más una historia ajena a la mía, una historia que me conmueva, que me sorprenda, que me entusiasme, que me enamore…

Así que estoy a la búsqueda de esa novela. He intentado con varias… incluyendo novelas históricas; no me ha ido muy bien. Creo que ahora soy más consciente de lo que me gusta y lo que no. Y, ahora que estoy más en contacto con mi cuerpo y mis emociones, en cuanto agarro para leer algo que definitivamente mi Ser no escogería, no se me da… Busco “esa” novela refrescante, nueva, libre, nutritiva para el alma… esa novela que le provea a mi mente y a mi Espíritu el descanso que necesita.


Hoy intentaré “Cartas para Claudia”, de Jorge Bucay. Ya veremos cómo me va. 



2 comentarios:

  1. Definitivamente, yo también creo que a la mente hay que darle variedad, para no saturarla de lo mismo. Pero sobre todo, escoger lo que nos guste, según el estado de ánimo en que estemos. Leer un libro debería ser como compartir un rato de conversación con un buen amigo, y debería dejarnos esa misma sensación de gusto y satisfacción. Pero a un libro podemos -y deberíamos- seleccionarlo nosotros, a nuestro gusto. Quizá por eso a mí no me agrada que me obsequien libros, casi nunca me gustan ni encuentro que sean lo que yo hubiese escogido. Y me pierdo esa emoción de pasearme por los pasillos de la librería, contemplando, escogiendo aquellos que me atraen por su título, su portada o su sinopsis. Y el placer de elegir uno y pensar "éste" y llevarlo apresuradamente a casa para abrirlo y comenzar a perderme, a dejarme absorber por la historia, o por el contrario, descartarlo y pensar "bueno, me equivoqué, tendré que buscar otro"

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    1. Muchísimas gracias Irene por tu comentario. Definitivamente un buen libro es una de las experiencias más personales y más placenteras que existe. Estoy en eso... en la búsqueda de enamorarme de nuevo de este pasatiempo que he amado toda mi vida...

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